Ayer tuve una llamada inusual.
Era para una extracción a domicilio de una señora de 93 años con incapacidad para poder vernir a la Clínica.
La verdad es que es la primera vez que me ocurre en 30 años de dentista.
Bueno, FUÍ. Estuve explo

rando a la paciente, y al final le hice la extracción, no sin grandes dificultades, por no tener los medios normales de la consulta.
Cuando ya me fuí, mi sensación era bastante agradable: Había podido ayudar a una persona con pocos medios económicos y menos de movilidad.
Creo que ha sido mi buena acción del día.
Un saludo.
Dr. Robledo Torres, Médico Estomatólogo.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio