domingo, 29 de septiembre de 2013

Los Injertos Oseos.

Un injerto óseo es lo que se suele poner cuando un paciente se quiere hacer un IMPLANTE y no tienen hueso suficiente para ponérselo.
Como cada día se ponen más implantes, este caso es también cada día más frecuente.
El hueso que se coloca en el acto quirúrgico, puede ser de varios tipos o procedencias:

1.Hueso artificial liofilizado.

2.Hueso humano tratado o de cultivos celulares.

3.Hueso del propio paciente, (autoinjerto), por ejemplo de la cresta ilíaca, cresta tibial anterior.

4.Hueso animal convenientemente tratado.

Proximamente  saldrán más tipos, ya que este campo está en continua evolución médica.
Alrededor de ese injerto óseo se suele colocar una membrana para que crezca dentro de ella.
Esto se llama "Regeneración Tisular Guiada".

Esto que escribo son unas simples pinceladas divulgatorias, para que los pacientes entiendan de qué se trata.

La verdad es que cuántos más procesos compliquen la cirugía, ya sean injertos, membranas, regeneraciones oseas o elevaciones del seno maxilar, existen más probabilidades de que el implante llegue a fracasar.

El antiguo "MITO" DEL RECHAZO DE UN IMPLANTE, NO  ES TAL.

Los implantes son de TITANIO, y ese metal es muy raro que el cuerpo humano lo "rechace".

El secreto de la  IMPLANTOLOGIA reside en seleccionar muy bien el caso y EXPLICARLE AL PACIENTE CUALES SON LOS RIESGOS Y LOS BENEFICIOS a los que se enfrenta.

Un antiguo profesor de la Escuela de Estomatología decía:

                    "Todo lo que se le cuenta a un paciente antes del tratamiento son EXPLICACIONES"
                    "Todo lo que se le cuenta a un paciente después del tratamiento son EXCUSAS"

Un saludo.

Dr. Robledo  Torres.

                    Sed buenos y cepillaros los dientes tres veces al día.

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